Santos o Malandros: Dos vías

Algunos santos demuestran su santidad desde siempre, mientras que otros vivieron la rudeza de la experiencia humana primero. David se ofrece para pelear contra Goliat para salvar a su pueblo de la esclavitud que prometía el triunfo de los filisteos y en efecto gana la pelea, de allí todos sabemos que tiempo después siendo un hombre mas maduro se constituye en rey de Israel...¡Si, señor, el gran Rey David! Y este gran Rey, hombre santo, decide mostrar su humanidad en todo su esplendor cuando urde un plan para apoderarse de una mujer ajena y suma en su acto de adulterio el asesinato. Como David, tenemos muchos casos en la historia de la santidad cristiana.  Pedro, Mateo, Magdalena, Pablo, Agustín, Francisco, Ignacio, Mónica, por citar algunos, que primero fueron humanos comunes y corrientes, pero muy humanos, tanto que del contexto de sus historias no se hubiese concluido  que terminarían en la condición de santos que actualmente ostentan. Pedro cayó muchas veces y muchas veces tuvo la gracia del perdón y la misericordia de Dios. Mateo, malandro cobrador de impuestos quedó impactado con el mensaje,  los ojos de Jesús y su autoridad al decirle "sígueme". Magdalena no siempre fue la santa mujer que no abandonó, ni por un instante la vida, la pasión y la muerte de su Rabino. Pablo, primero fue un malandro, perseguidor  de cristianos, implacable y con poder para hacerlo, que sufrió una ruda e  impactante transformación . Agustín, "se hizo el loco" por mucho tiempo al llamado que sentía que le hacía Cristo, como el mismo admite en sus "Confesiones", incluso veía como sus amigos llegaban primero a su gracia y aun así seguía viviendo con su gusto por las mujeres y la vida desordenada que experimentaba. Francisco, era amiguero, cantaba y bebía en su pueblo, hasta abochornar a sus padres, antes de ser tocado por la gracia divina. Ignacio, el gran seductor de la Corte, soldado luchador contra los enemigos de su causa, tuvo una experiencia de dolor físico, antes de enmendar sus caminos de arrogancia y demás excesos. Mónica, la santa madre de San Agustín, gustaba de beber a escondidas, hasta que eso se convirtió en un grave problema de alcohol, y Dios se valió de una de sus siervas para  que se sintiera llamada a enderezarse.


Por otra parte , tenemos santos, que prácticamente nacieron con su condición divina, Teresita del Niño Jesús, Clara de Asís, Tarciso, Domingo Sabio y tantas otras excepciones. Son esos maestros de Luz que nacieron y vivieron siempre en santidad y curiosamente alguno de los casos mencionados son de personas muy jóvenes o que alcanzaron tal estado de santidad siéndolo.  Lo que me lleva a pensar que Dios nos llama por dos vías, por vía de la luz y la conciencia y por vía de los eventos o acontecimientos, que por supuesto también nos llevan al  entendimiento y despiertan la conciencia pero que suelen ser mas rudos.
Son muchas las ocasiones en las que Jesús  nos ha tocado la puerta y por diversas razones, entre ellas hacernos los locos, como lo hizo Agustín, no le hemos abierto, por lo que la siguiente vía han de ser los acontecimientos; dura sacudida (Pablo),  enfermedades ( Ignacio de Loyola), exposición al escarnio público (Magdalena y mateo) Cárcel y enfermedad (Francisco), etc.

A nosotros también Dios nos llama a militar bajo su bandera, a colaborar con su reino y también podemos hacernos los locos o estando dormidos, como solemos estar a veces,  no darnos cuenta de su presencia. Pero Él también intenta tocarnos a través de la luz y la conciencia, por lo que podemos ver en otros o en nosotros mismos. En nuestras manos está escoger la vía de la luz y  tomar conciencia, por ejercicio de nuestro libre albedrío...Sin embargo,  sí  aún no lo vemos y Dios nos quiere de su lado, usará los eventos para acercarnos.

Por mi parte, le pido a Dios todos los días que me de luz y como Salomón, la sabiduría necesaria para discernir las cosas de mi vida y "en todo lo posible" obedecer para evitar rudos acontecimientos, aunque tampoco estamos (estoy) exentos de ellos....porque Dios siempre sabe lo que hace y su voluntad y sus planes son mejores que los nuestros..
. Hermanos, Dios nos bendice!

Willmary Comus

Comentarios

  1. Sencillo pero inspirador. Todos podemos santos.

    ResponderEliminar
  2. Hola Wilma ya lo pude abrir. Muchos somos malandros en proceso de conversión

    ResponderEliminar

Publicar un comentario